Como atender y gestionar de una manera holística las EMOCIONES y SENTIMIENTOS

Como atender y gestionar de una manera holística las EMOCIONES y SENTIMIENTOS

Visión holística

11 de junio de 2019

III. He identificado un SENTIMIENTO, ahora qué hago?

Si has aceptado y acogido la sensación inicial corporalmente y mentalmente, provocada por algún tipo de activación de energía, le has abierto el corazón y has respetado el proceso madurativo de la activación inicial, como si se tratara de un embarazo biológico, la sensación inicial se transformará en emoción, y la emoción en sentimiento. Esto permitirá a la mente poder identificar un contenido vital, que sin este proceso de transformación no podría identificar con la seguridad que da la evidencia.

Una vez has identificado uno o varios sentimientos, sigue los siguientes pasos:

  1. Focaliza la atención en un sentimiento concreto con el objetivo de acogerlo, conocerlo y reconocerlo. Acéptalo plenamente como propio, es decir, reconócelo como un sentimiento que forma parte de tí, que es tuyo y de nadie más. La persona o situación que lo haya despertado es el activador / a, pero el sentimiento es «hijo de tu energía», es «tu hijo». (1)
  2. Legitímalo. El sentimiento es legítimo, ya sea constructivo como si es destructivo, es decir, tanto si es un «hijo lleno de salud» como si es un «hijo» con alguna «alteración o discapacidad», y tanto si pertenece al presente como si pertenece al pasado, ó al presente y al pasado al mismo tiempo. Los sentimientos dan información de los contenidos de la energía vital y permiten depurarla. Los contenidos de la energía vital tienen derecho a manifestarse y ser reconocidos. Para poder ser transformados, los sentimientos deben ser reconocidos, y para ser reconocidos es necesario que se manifiesten. Por lo tanto, cuando la energía vital se manifiesta en forma de emociones y sentimientos es un gran paso adelante en el proceso de transformación, aunque su manifestación pueda resultar desagradable, incómoda, desconcertante y / o dudosa. (2).
  3. Acoge el sentimiento y pacifícate con él. Si es un sentimiento que te altera, como por ejemplo la ira; respira, recógete, da un paseo…, haz cosas que te ayuden a relajarte. Es necesario que te tomes todo el tiempo que necesites para relajarte y predisponerte a escuchar el mensaje del sentimiento y dejarte inspirar por la sabiduría de tu inconsciente y poder hacer una buena gestión.
  4. Escucha el sentimiento. Si has ido siguiendo los pasos anteriores, ahora te sentirás relajado / a y preparado / a para escuchar el sentimiento, con el fin de hacerte receptivo a la información de este mensajero que quiere aportar luz a zonas oscuras de tu mundo interno, ayudando a la mente para que pueda hacer una buena gestión. Una buena gestión implica que la mente esté bien informada, de manera que pueda discriminar si el sentimiento pertenece al presente o al pasado, o participa de las dos temporalidades. La mente también debe discriminar lo que es constructivo de lo que es destructivo, ya que la tarea de la mente consiste en alimentar, fomentar, reforzar los aspectos constructivos del sentimiento, y dejar de alimentar los aspectos destructivos. Por tanto, a pesar de que a veces se presenten situaciones difíciles e incómodas, podemos considerar los sentimientos como un tesoro de valor incalculable, ya que nos dan información de posibles conflictos escondidos en zonas oscuras, alejadas de la conciencia que, de otro modo, no podríamos depurar y sanar.
  5. La función de la mente. Una vez consolidadas todos y cada una de los pasos anteriores, la mente estará en condiciones de discernir qué pertenece al presente y que al pasado, y podrá decidir alimentar los aspectos constructivos del sentimiento y no alimentar los aspectos destructivos. Este es el segundo filtro de depuración de la energía vital. El primero es el cuerpo que, de manera similar a como se depura el agua por decantación, hace una tarea depuradora con los órganos de filtrado y drenaje. Esta manera de gestionar los sentimientos es pacífica y no implica lucha en ninguna fase del proceso.

El ejemplo emblemático de este proceso descrito en los dos últimos artículos es la concepción y gestación hasta el parto.

 

Un ejemplo, descrito paso a paso, se puede leer en el artículo: Cómo se transforma la energía III: un ejemplo detallado, que se publicó en el Blog en el mes de enero de 2018.

Y otro ejemplo puede ser el proceso de transformación de un árbol o planta.

 

NOTAS ACLARATORIAS

(1) Conocerlo y reconocerlo. Existen grados de conocimiento. Hay personas que tienen un conocimiento 20, en una escala del 0 al 100, y piensan que ya tienen el conocimiento. El conocimiento absoluto no lo tenemos ni lo tendremos nunca, pero sí podemos tener grados más básicos (un conocimiento más restringido) o grados más elevados (un conocimiento más amplio). Para poder responsabilizarse de aspectos de nosotros mismos, tanto si son constructivos, para alimentarlos, como si son destructivos, para debilitarlos, hay un grado de conocimiento elevado o amplio, un conocimiento que no deje lugar a duda. Yo mismo, y seguramente tú, que lees este artículo, no tenemos el conocimiento necesario para pilotar un avión y, por tanto, no podemos asumir la responsabilidad de pilotarlo. De ahí la importancia del término reconocer, que significa volver a conocer una y otra vez lo que piensas que ya lo conoces. Cuando digo focalizar la atención me refería a una atención viva, despierta, pero relajada y profundamente receptiva.

(2) Legitimar un sentimiento no significa adoptarlo, y menos aún ejecutarlo. Legitimarlo y aceptarlo como propio quiere decir que, a pesar de que pueda ser una «contaminación» de la energía, provocada por elementos externos, en el pasado, como por ejemplo concepción inadecuada, conflictos en la relación de los padres entre ellos o con otras personas durante el embarazo o en los primeros años de vida, etc., ahora, en la actualidad, el conflicto es tuyo y sólo tuyo. Esto significa que para sanarlo es necesario que lo reconozcas, asumiendo plena responsabilidad. Esto no quiere decir que no puedas pedir ayuda si la necesitas, pero tienes que pedirla sin exigencia y sin proyectar en el otro tu conflicto ni atribuir a nadie una responsabilidad que no le corresponde, ya que es exclusivamente tuya.

ALGUNAS TÁCTICAS QUE PUEDEN SER ÚTILES:

Hay prácticas que te pueden ayudar a consolidar algunos de los pasos mencionados: El recogimiento contemplativo es una de ellas. Buscar un lugar recogido y silencioso donde puedas estar contigo, respirar rítmicamente y conscientemente, y facilitar un estado de relajación. Esto te puede ayudar en cualquiera de los pasos anteriores, especialmente en el 3 y 4. Pasear por la naturaleza -o por un parque- con los sentidos abiertos y receptivos. Déjate inspirar por la coherencia de la naturaleza, los colores, los sonidos, por el aire, por la luz ….

Pedir un ACUERDO de expresión verbal. Acordar con una persona de confianza si puede acoger, en silencio, sin intervenir en ningún momento, tu expresión verbal. Acordar el lugar y el tiempo. Es muy importante que la persona que acoge tu expresión verbal NO MEDIE EN NINGÚN MOMENTO, tampoco el final. Es una expresión verbal sin recibir feedback. En la expresión verbal es importante focalizarse en lo que siente, vive o se le despierta a quien habla, y en los aspectos constructivos del sentimiento como una manera de alimentarlo. Hablar de los aspectos destructivos puede fomentar fortalecerlos en lugar de debilitarlos. Hay una regla básica que por ningún motivo se debe obviar: quien se expresa verbalmente nunca debe evaluar o hacer juicios sobre el otro sino que debe referirse todo el tiempo a la propia vivencia y sentimientos. Puede empezar las frases con estos términos o similares: «Siento …, o me siento ….». «Lo que yo vivo es ……». «A mí se me despierta …», etc.

Descarga la agresividad sobre una almohada o colchón. A veces, para conseguir un estado idóneo de relajación, puede ser útil descargar la excesiva intensidad de un sentimiento, por ejemplo la ira, picando encima de un objeto simbólico: una almohada o colchón. Es importante implicar el cuerpo en la descarga. Si la situación y entorno lo permiten, es aconsejable acompañar la descarga física con la descarga emocional y verbal.

El perdón. Es necesario fomentar el perdón, hacia ti mismo / a y hacia los demás, para no derivar en la culpabilidad y liberar de responsabilidad a otras personas que, en el pasado, tal vez fueron agentes activos en la provocación del conflicto que te afecta. El pasado fue lo que fue, no se puede cambiar, pero sí se puede «soltar», es decir, perdonar. La actitud en relación al pasado sí se puede cambiar. Así es como merma su influencia en ti, y también en los que, sin saberlo, tal vez colaboraron en la instauración del conflicto que afecta tu presente, seguramente con buena intención, ya que la buena intención no es ninguna garantía de evitar errores.

SENTIMIENTOS más frecuentes

Amor. Deseo. Alegría. Odio. Rechazo. Tristeza. Temor. Placer. Desesperación. Ira. Coraje. Esperanza. Paz. Indiferencia. Celos. Miedo. Timidez. Ilusión. Resentimiento. Inseguridad.

Hay un supuesto que pediría un planteamiento un poco diferente. Me refiero a sentimientos que se despiertan por situaciones que, tras la pertinente discriminación, vemos claramente que pertenecen al presente, que no hay cargas del pasado, pero eso sería tema para un nuevo artículo. Por lo tanto lo dejo para otra ocasión.

 

Ramon V. Albareda
Psicólogo. Teólogo. Sexólogo
Creador de ESTEL, Centro de Crecimiento Personal y
Escuela de Estudios Integrales

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